Descripción del proyecto
Dólmenes de Artajona
Dolmen de Portillo de Enériz | Domen de Mina de Farangortea
¿Quieres viajar a la Prehistoria?
A casi 4 kilómetros de Artajona, sobre una pequeña cumbre donde existió un poblado durante la Edad de Bronce, donde se encuentran los dólmenes “Portillo de Enériz” y “Mina de Farangotea”, una de las muestras más importantes de la cultura megalítica en Navarra, que nos brinda la oportunidad de viajar a la Prehistoria.
Los dólmenes de Artajona constituyen un singular ejemplo de la cultura megalítica en Navarra ya que, si bien son numerosos en la zona montañosa donde se caracterizan por su pequeño tamaño, estos dólmenes son los más meridionales de Navarra. Ambos son sepulcros construidos con grandes piedras que certifican que Artajona ha sido lugar de asentamiento desde hace miles de años.
Acompáñanos en una visita con tres paradas de explicación y una de información para dar pautas sobre el recorrido.
Duración del tour: 1 h. aprox.
- Sábados
10:00 h. Punto de encuentro: Parking del dolmen del Portillo de Enériz.
Grupos hasta 17 personas (grupos más grandes consultar fórmulas en info@rutasvivamus.com o en el 617 189 957)
Precio por persona IVA incluido: Adultos 3,50 € | Infantil (de 6 a 13 años): 1,50 €
Parte de la pista es fácil. Tener en cuenta que la accesibilidad es de grado medio.
Recomendable: Botas de trekking o monte.
Guía Privado (guía oficial en Navarra y guía oficial de Punto de Información Turística PIC del Ayuntamiento de Artajona
¿Qué vas a ver?
Los dos dólmenes son del tipo “corredor” integrados por piedras de grandes dimensiones (megalitos) que fueron encontrados y excavados en los años 50. Tienen una losa de separación y doble cámara, y están situados sobre túmulos de 20 metros de diámetro por 2,5 metros de altura.
El del “El Portillo de Enériz” es un megalito en el que se pueden distinguir dos partes: la cámara mortuoria, lugar donde enterraban a los muertos, que consta de 9 grandes losas colocadas en posición vertical; y el corredor, que se compone de 6 losas más pequeñas.
El dolmen de la “Mina de Farangortea” tiene la misma estructura pero es de menores dimensiones, y en la parte posterior la losa del centro está perforada para permitir el acceso.
Ninguno de los dos tenía cubierta y solían taparlos con ramas y tierra. En torno a estos dólmenes se encontraron cuentas de collar, puntas de flecha, punzones de cobre, botones, cerámica y hachas, piezas que están expuestas en el Museo de Navarra.