FORTIN DE SAN BARTOLOMÉ: CONOCE LAS MURALLAS DE PAMPLONA DE LA FORMA MÁS AMENA

La historia de Pamplona no se entiende sin sus murallas y sus fortificaciones. Siglos de historia que rodean la ciudad y la atraviesan. Declaradas Monumento Nacional y con más de 5 kilómetros de recorrido, las murallas y la Ciudadela de Pamplona constituyen uno de los complejos militares renacentistas más interesantes y mejor conservados de Europa, siendo uno de los recursos turísticos más importantes de la ciudad. Pamplona conserva además un Casco Antiguo de trazado medieval formado por tres burgos, Navarrería, San Cernin y la Población de San Nicolás, los cuales se unieron en el año 1423 cuando Carlos III dictó el Privilegio de la Unión. 

Existe un lugar donde de forma sencilla y divertida podemos conocer todos los secretos de las murallas; el Fortín de San Bartolomé. El Fortín de San Bartolomé es el Centro de Interpretación de las Fortificaciones de Pamplona donde conocer las murallas y los elementos que las integran, y entender la evolución de Pamplona a lo largo de los siglos. De manera ágil, didáctica e interactiva, el Centro, habilitado en 2010, permite al visitante acercarse a la historia y al presente de Pamplona, conociendo los principales acontecimientos que dejaron su impronta en la ciudad y recreando las formas de vida y los testimonios de sus protagonistas.

Qué vamos a ver

• Caserna 0: Recepción e información del centro de interpretación.
• Caserna 1: La evolución de las murallas. La Pamplona que vemos hoy es resultado de un proceso histórico en el que las murallas han tenido un protagonismo especial. A través de diversos paneles y un vídeo de 10 minutos, se muestra la evolución de las murallas desde el siglo XII hasta la actualidad.
• Caserna 2: Estrategias defensivas. El desarrollo defensivo de las fortificaciones es una respuesta a la necesidad de protegerse de un armamento cuyo alcance y poder destructivo crecía imparable. En esta sala se explican los elementos defensivos, partes y funciones del conjunto amurallado, de una manera más técnica.
• Caserna 3: El lado humano. La importancia militar y estratégica de Pamplona, su carácter de plaza fuerte, influyeron de modo significativo en sus habitantes, sus oficios, costumbres y modos de vida. Mediante 5 personajes de diferentes épocas, comprobaremos cómo ha cambiado la forma de vida en Pamplona.
• Caserna 4: Otras plazas fuertes. Muchos de los ingenieros militares que trabajaron en Pamplona a lo largo de los siglos, realizaron también otras fortalezas repartidas por todo el mundo. Se muestran en este espacio algunas de las más representativas.

Origen del lugar

Este fortin o media luna, que ha dado nombre a los jardines, forma parte de un ambicioso proyecto elaborado en 1726 por el ingeniero Verboom y que fue ejecutado sólo en parte a lo largo del s. XVIII. En él, se reforzaban los frentes más expuestos de la ciudad con fuertes avanzados como este, que fue además la última obra importante realizada en las defensas de Pamplona.

Por aquel entonces Pamplona, de la mano del ingeniero francés Vauban, había llegado a tener un sistema de fortificaciones que podría considerarse perfecto, pero esa perfección ya había caducado en la medida en que las armas de asedio habían evolucionado.

Ante la realidad de las nuevas armas y de las nuevas estrategias de ataque se construyó este fortín, que tenía como objetivo dificultar la labor del asediador y ofrecer a la tropa un lugar seguro para protegerse de posibles bombardeos, así como ayudar al Baluarte de Labrit a defender el valioso molino de Caparroso, sobre el que se yergue.

Las casernas abovedadas que hay aquí dentro se hicieron para proteger tropas y mercancías de los efectos de cualquier bombardeo; hoy, en tiempos de paz, sirven para preservar la historia de nuestras fortalezas y de cuanto hay en torno a ellas.

Durante el año 2010 se procedió a la limpieza y restauración de este fortín de San Bartolomé, ejerciendo de Centro de Interpretación de las Fortificaciones de Pamplona.